En la ruleta rusa de los seis toros Emilio de Justo disparó la bala.

Por Carlos Ilián.

Emilio de Justo quiso dar un fuerte espaldarazo a su carrera como matador de toros anunciándose con seis toros en solitario en Madrid. Un gesto que le honra porque en realidad no era imprescindible en el momento que atraviesa, anunciado en las grandes ferias de la temporada. San Isidro, por ejemplo, podía verse en tres carteles.. O sea el gesto de encerrarse en solitario un Domingo de Ramos era todo un reto. Un reto que acometió vestido de negro y plata, como un banderillero. Para estos gestos se viene de oro, no de plata.

Aparte de este detalle lo cierto es que la aclamación en el paseillo y luego el salir a saludar después del mismo demostraba que los más de veinte mil espectadores lo apoyaban sin reservas en la que debía ser la tarde más importante de su vida. Unas verónicas abriendo el compás y lanceando con hondura provocaron el clamor de la gente. Y ya con la muleta en la mano fue embarcando y sometiendo la encastada embestida del toro de Pallarés. Una faena que se creció en los redondos de enorme poder. Entró a matar y a morir saliendo cogido de muy mal manera y con lesiones cervicales que truncarfon su tarde y ojalá que no determinen gravemente su futuro en los ruedos.

Encerrarse con seis toros en Madrid es jugar a la ruleta rusa y Emilio de Justo se encontró la bala del tambor en los pitones de su primer toro. Ojalá que esa bala no determine el futuro de su carrera porque no andamos sobrados en el toreo de profesionales que entiendan la tauromaquia con la verdad y la pureza de este extremeño cuyo gesto se frustró en los pitones de un toro.

El percance de De Justo se convirtió en un compromiso enorme para el primer sobresaliente Ávaro de la Calle, un torero modesto que nunca pudo ni soñar con matar cinco toros en la primera plaza del mundo. El papelón era enorme y el chico fue sobreponiéndose con no poca moral. A su manera, con toscas maneras y mucha fe, pudo matar los cinco ejemplares y hasta darse una vuelta al ruedo, con no pocas protestas, después de la lidia y muerte de Duplicado un toro excepcioal de Victoriano del Río que hizo una plea soberbia en varas arrancándose de largo al caballo de Óscar Bernal que dió todo un recital de gran picador. Fue lo más importante de la tarde. Álvaro de la Calle podrá contarle a sus nietos que un día mató cinco toros en solitario en Madrid y salió decorosamente de semejante reto

Parte facultativo: Emilio de Justo sufre fractura de las cervicales c1 y c2 y fisura en la base del cráneo de pronóstico grave.toros

Plaza de toros de Madrid. Asistencia: 20.139 espectadores. Toros de Pallarés (5), Domingo Hernández ( 5). Victorino Martín (4). Victoriano del Río (8), Palha (3) y Parladé (4), muy encastado el de Pallarés, un gran toro el de Victoriano del Río al que se premió con la vuelta al ruedo, muy codicioso el de Hernández y de juego intranscendente el resto. Emilio de Justo (7), de negro y plata. Estocada corta trasera (una oreja), Fue cogido al entrara matar y ya no pudo continuar su actuación.El sobresaliente Álvaro de la Calle (5) de canela y oro. Estocada atravesada y once descabellos. Dos avisos (silencio). Pinchazo, media estocada trasera y descabello. Un aviso (silencio). Estocada contraria y dos descabellos. Un aviso (vuelta al ruedo con protestas). Pinchazo hondo y estocada (saludos). Estocada que atraviesa, pinchazo y estocada (silencio)

Publicado en Marca

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