Es lo que digo yo: ‘Torismo de Cristal’ y el Toro de Guadalajara.

La Feria de Aniversario 2023 comienza este domingo en Guadalajara con una alta expectacion. El serial como ya es costumbre estará condicionado por el toro de lidia que se lidiará en el Nuevo Progreso. Ese toro que los buenos aficionados tapatíos saben que no hace falta que pese más allá de la media tonelada, pues les basta con que tenga un trapío irreprochable e imponga respeto.

Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.

La fiesta de los toros siempre ha sido de bandos. Por un lado esta el bando aficionado o más bien consumidor, de cualquier tipo de festejos y que es mayoría en todas las plazas de toros. Este tipo de aficionado profesa una fuerte admiración al torero sin importarle demasiado el toro, ya que su fin y objetivo principal siempre ha sido pasar un rato agradable en la plaza, sin importarle mucho la esencia de la tauromaquia, y rentabilizar al máximo el costo de su boleto.

El otro bando esta compuesto por un sector más purista y ortodoxo, es decir aficionados que profesan una exaltación exagerada siempre por el toro, pero que siempre han sido minoría en las plazas.

Esta bipolaridad si la analizamos con detenimiento, nunca ha sido sana para la fiesta, pues si bien es cierto que el toro es el pilar básico y fundamental de una corrida de toros, hay que reconocer que el hombre, con su inteligencia y conocimiento, es también vital en el desarrollo de la liturgia del toreo.

Contrario a lo que piensan o creen algunos ‘toristas de cristal’, el toro de lidia que quiere ver la mayoría de los aficionados de Guadalajara no son esas gigantescas reses, esos “elefantes con cuernos” que según los ‘toristas de cristal’ exige siempre el público tapatío. ¡Qué va! el trapío y no los kilos o el volumen, es lo que siempre ha definido la presentación del toro en el Nuevo Progreso.

Usted quizás se preguntará: ¿A qué viene todo esto? Permítame explicarle brevemente.

Todo esto viene a raíz de una polémica que se generó en las redes sociales en días pasados sobre el encierro del hierro de De la Mora, que se va a lidiar en el Nuevo Progreso de Guadalajara el próximo 29 de enero. Y es que ante las primeras imágenes publicadas de los toros, el bando torista se enfureció y amenazó con boicotear el festejo para salvaguardar cómo “niños héroes” el prestigio del “toro de Guadalajara”.

Pero lamentablemente para el ‘torismo de cristal’ si algo los distingue en la actualidad -además de la intolerancia- es su limitada cultura taurina. Estos aficionados (muy jóvenes en su mayoría) quizás eran muy chicos o no habían nacido para saber que el toro de Guadalajara no ha sido ese elefante con cuernos que creen que siempre se ha lidiado en el Nuevo Progreso. Nada más falso, si bien es cierto que en Guadalajara se ha procurado siempre la seriedad del toro, en la época en la que estuvieron al frente de la plaza el ingeniero Álvaro Preciado y el Arquitecto Ignacio García Villaseñor -para no irnos tan lejos- se lidiaba un toro muy similar en cuanto a trapío con el de la Plaza México de aquellos años. Ya en la década de los años 90s con la llegada de la empresa EMSA, el volumen del toro aumento un poco más, pero sin demasiadas exageraciones.

Fue hasta la primera década de los 2000s con Alfredo Sahagún al frente de la plaza, cuando por presiones y una fuerte influencia de algunos personajes importantes del tendido y de la prensa (hoy casi todos desaparecidos), en Guadalajara se comenzó a lidiar un toro con un mayor volumen, con muchos más kilos y que trajo las nefastas consecuencias de la falta de movilidad y la imposibilidad de que algunos hierros pudieran lidiar en Guadalajara o bien que lo hicieran pero fuera de tipo.

Con estos antecedentes se comenzó a gestar en el tendido del Nuevo Progreso un grupo de jóvenes aficionados que estaban más pendientes del volumen del toro, que en su trapío y que parece que no han terminado por entender que si un toro está bien rematado y tiene unas defensas correctas, el peso o el volumen no debería de importarles tanto, siempre y cuando se cumpla con el reglamento vigente. No debemos de olvidar que el trapío es la configuración morfológicamente armónica del toro, atendiendo a su encaste.

Un ejemplo de que el volumen de los toros está cambiando en los máximos escenarios toristas, fue durante el pasado serial de San Isidro 2022, en dónde se lidió un toro más armónico y con más movilidad que permitió un mayor número de triunfos y que sustituyo al llamado toro de Madrid, ese de imponente trapío que parece que está pasando, poco a poco, a la historia. Lo mismo sucedió en Bilbao en dónde se redujo el volumen del toro, para priorizar más en la seriedad y el trapío de los astados que se lidian en Vista Alegre. Incluso en la Feria de Pamplona en algunos festejos en dónde actuaron las figuras, salió un toro con mejores hechuras y no pasó nada malo. Al contrario, hubo más triunfos y emoción en el ruedo.

Pienso que en Guadalajara el buen aficionado debe de exigir un toro bien armado, pero sin exageraciones por delante, con kilos pero siempre musculoso, ya que tampoco se pide una bola de carne. En la media está en ocasiones el éxito de las cosas.

Hay que recordar que el prestigio del Nuevo Progreso Guadalajara siempre lo han dado tres factores y no únicamente el sector torista de la plaza: El primero es el lujo de sus combinaciones, el segundo es la importancia del toro que se lidia y por último la categoría de la mayoría del público que asiste los domingos al Nuevo Progreso.

Categoría que no se debe de perder nunca y mucho menos por un grupo de aficionados que siguen sin entender que el toro de esa plaza es el que marca el reglamento de la ciudad, no el que tenga astas y volumen al gusto de cada aficionado. La tauromaquia en Guadalajara no puede estar a expensas de los caprichos de una veleidosa y en ocasiones fantasiosa minoría.

Es lo que digo yo.

Deja un comentario

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo