7ª de feria en Sevilla. No se libró ni el apuntador…

Iván Fandillo en la faena a su segundo toro en la Maestranza. / Julio Muñoz (Efe)
Iván Fandillo en la faena a su segundo toro en la Maestranza. / Julio Muñoz (Efe)

Por José Antonio del Moral

A vueltas con la taquilla, la corrida de ayer con dos de los matadores que más vienen apoyando la mayoría de la crítica y los aficionados que se tienen por entendidos, Diego Urdiales e Iván Fandiño, no logró ni media entrada. Y es que aquí se juntaron la dichosa crisis, la todavía poca fuerza de estos diestros entre el público generalista y, para colmo, su gris actuación con una mediocre y diezmada corrida de El Ventorrillo de la que medio se libró in extremis Jiménez Fortes con un sobrero de  Montealto.

Sevilla. Plaza de la Real Maestranza. Jueves 19 de abril de 2012. Séptima de feria. Cielo enmarañado con viento y media entrada. Seis toros de El Ventorrillo, incluido el sobrero que reemplazó al devuelto cuarto por muy flojo. Bien aunque desigualmente presentados y de vario pelaje, con buenas hechuras y deslucidos en general. El primero y el segundo se defendieron en corto por su poca fuerza. Probón, avieso y cobardón el tercero. El sobrero que hizo de cuarto apenas se dejó por el lado izquierdo. Noble aunque débil el quinto. Y noble aunque sin clase y tardo el segundo sobrero de Montealto. Diego Urdiales (mostaza y oro): Estocada y descabello, silencio. Pinchazo y estocada, aviso y silencio. Iván Fandiño (oruga y oro): Estocada, silencio. Estocada caída, saludos. Jiménez Fortes (añil y oro): Pinchazo, estocada corta y dos descabello, aviso y silencio. Estocada y cuatro descabellos, aviso y saludos. Destacó a caballo, Plácido Sandoval.

El primer toro, remató en tablas pero perdió las manos en la brega inicial. Urdiales renunció a quitar tras que el toro hiciera sonar los estribos en la primera vara. También en la segunda. Valiente quite de Fandiño por gaoneras. El toro estaba todavía inédito. Urdiales empezó la faena por alto y tardó en ponerse. Molestaba el viento y el toro también por echar la cara arriba en los embroques. Se dejó enganchar la muleta. Había que extremar el temple. Por el izquierdo solo logró una trinchera. Pero como el toro siguió embistiendo descompuesto, la movida porfía acabó en amago de cogida y en desarme. El arrebatado final también fue inútil. Labor irresoluta, pues, salvo al matar. En fin…

Muy serio el castaño cuarto. y muy flojo para empezar. También en varas. Fue protestado y devuelto. El sobrero, del mismo hierro, permitió estirarse con el capote a Urdiales. Pero manseó en varas, persiguió en banderillas y, como sus hermanos, se defendió en la muleta dejándose por el lado izquierdo. Urdiales, muy animoso, solo pudo luciese en los muletazos contrarios de trinchera, en algunos naturales ayudándose con la espada y en los doblones del final. Incompletos o sucios los demás. Devuelto el inválido sexto, se corrió un sobrero de Montealto,

Siempre que veo a Iván Fandiño, intento descubrir las muchas virtudes que tanto se cantan del vizcaíno para que no digan que no los elogio. Pronto vi una: buenas verónicas y media en el saludo al muy noble colorao que medio cumplió en varas. Bonitas chicuelinas bajas de Jiménez Fortes. ¿Y buen toro? Se  defendió por el derecho. También por el izquierdo. Muy tardo y cortito, además. ¡Vaya por Dios¡ Esperemos que los seis de Bilbao le salgan mejores. Fandiño calcó lo irresoluto de Urdiales y la certera estocada. El más terciado burraco quinto solo admitió dos lances del de Orduña y se cayó. También tas aliviarlo en varas. No lo cambiaron. Mejor. Ya estábamos hasta gorro. Cuanto antes terminara la corrida, menos nos acordaríamos del petardo. Fandiño erró al arrancar el trasteo obligando al toro a que le llegara a los medios desde tablas. Sus muchos redondos habrían sido mejores de no haberlo hecho porque el toro los tomó con nobleza. Un toro para saberlo “administrar”, con perdón para mis detractores. Y pocos naturales completos. Terminó aburriendo al personal.

El tercero se tapó con sus astifinos pitones. Corto y escarbador para empezar. Mal asunto. Pero se arrancó dos veces al caballo como un tejón. Bien el picador Tito Sandoval. Delantales y buena media de Urdiales. Esperó y se dolió en palos. A Jiménez Fortes casi solo le vimos en la valerosa aunque nada lucida faena porque el toro fue el peor de los primeros por probón y avieso. Al inválido devuelto no cupo más remedio que devolverlo. De Montealto fue el muy alto,   manso equívoco y noble segundo sobrero. Jiménez Fortes se justificó sobradamente dispuesto con la muleta que desmereció en parte por empeñarse en torear en muy corta distancia. No obstante, a su cuenta corrió la única faena completa de la tarde. Lástima que descabellara cuatro veces tras una ineficaz estocada. (Via http://www.detorosenlibertad.com)

Twitter: @Twittaurino

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