Garibay: Desperdicio y Cornada

Por Francisco Baruqui

MADRID, ESPAÑA.– Llenos los tendidos venteños en tarde nublada y de bochorno para una corrida siempre atractiva por los toros más bellos del campo bravo, los antiguos de Pablo Romero, hoy anunciados como Partido de Resina y…

Y la reconfirmación de dos criterios que vengo sustentando desde hace cuatro décadas que es cuando empecé como crítico taurino.

Uno: lo extremadamente difícil que resulta para coletas mexicanos tan acostumbrados al ganado de un solo encaste, Saltillo, bureles jóvenes, novillos adelantados y sin puntas como toros, salvo en tan honrosísimas como escasas excepciones, para llegar a tierra ibérica y salir ante astados españoles de muy diferentes encastes y en plazas de orden primerísimo, como en éste caso Madrid, ante ejemplares de un volumen, edad, trapío, importancia, integridad de defensas e imponencia al que están acostumbrados, con una bravura más seca y demandante que obliga a técnica y recursos que deriven en poder y…

Y, criterio segundo, que el que dude de que hay un Dios que existe, asista a una plaza de toros en donde, así como ha habido tragedias, también suceden milagros…

Principescamente enfundado en vestido azul añil de la aguja, bien recamado en oro, se presentó Ignacio Garibay, un torero mexicano con buena planta que en esta tarde se llevó el premio del encierro, un imponente ejemplar de Nazario Ibáñez, precioso de estampa, negro, salpicao, gargantillo muy bien armado que abrió festejo, de magnífico estilo por la bondad de su embestir claro, pastueño, con recorrido, fijeza, son y clase; vamos, un toro de oreja, con el que ni siquiera su matador, Garibay, consiguió salida al tercio en una faena con momentos aislados en toreo por abajo logrando pases que se le aplaudieron, pero sin la conjunción de una obra planteada, con trazo y desarrollo, ligando con temple, que resultó intermitente, sin acoplarse centrándose con el importante astado al que tocaba con la punta de la tela sin reunirse y embraguetárselo que era lo que ameritaba el de Ibáñez.

Se le fue una oportunidad de valía.  Desperdiciado, pues, terminando de pinchazo perdiendo la zarga y, en la suerte contraria entera muy caída con un descabello para aviso y…  Y silencio.

Con el cuarto Pablo Romero, de los toros con más imponencia que quedan en el recuerdo, con una romana de 672 kilos, — o más…–, aplaudido de salida, que no así en el arrastre por el juego que dio, Garibay, como la cuadrilla, anduvo impactado, el torazo llenaba el ruedo imponiéndose, estando el diestro con cierta voluntad pero con la palpable carencia de poderío para saber qué hacer y cómo hacerlo ante un burel de tan alta catadura.

Sin firmeza al pisar, al intentar un cambio de mano dejando mucha luz entre muleta y torero, fue cogido espectacularmente sacando una cornada de 25 cms. En el tercio medio del muslo derecho, larga pero limpia, causando destrozos en los músculos tensor, vasto y recto de pronóstico grave, como perdiendo también varias piezas dentales.

Tuvo Garibay el gesto de orgullo propio de quedarse para matar al de Resina con estocada media caída y descabello al cuarto golpe escuchando algunas palmas por su meritoria actitud.

Del catalán Serafín Marín se podrá decir que el 22 de mayo ha vuelto a nacer…

Con el segundo bis, un astado de Los Chospes que resultó fijo, de claridad al acometer y humillando para hacerle el toreo, el alto artista, que vaya que lo es en el manejo del capote lanceando a la verónica bajando las manos, jugando los brazos y aplicando cadencia y ritmo rematando con media, con la muleta realizó una faena en la que sin coger la distancia que el burel pedía, fue de más a menos con prolongada duración.  Faltó, sí, acoplamiento.  Perfilado en corto y yéndose muy por derecho, intentó pasarse sin salirse para nada en el embroque siendo prendido por el pecho en larguísimos instantes colgando del astifino pitón, haciéndonos pensar que podría llevar una cornada de mortales consecuencias…  ¡Ahí el milagro..!  despedido y cayendo a la arena se reincorporó ileso, ganándose a ley una merecida vuelta por la soberbia y expuesta ejecución de la suerte suprema.

Los restantes de Resina, diferentes por cuanto a hechuras conformando lotes desiguales, aunque todos dentro de la tradicional característica de belleza de láminas, midieron, algunos reservones y con matices de mansedumbre que impidieron lucimiento, sobre todo al valiente Sergio Aguilar que con todo empeño y voluntad, chocó con el lote más deslucido al que se han enfrentado los toreros en el ferial.

Correo electrónico: francisco@baruqui.com

4 respuestas a “Garibay: Desperdicio y Cornada”

  1. mire tengo medio siglo de ver toros y pregunto porque esa dureza de comentario aqui garibay y donde sea es untorero honesto y valiente

    • Publicamos dos crónicas del festejo, de 2 cronistas diferentes. Son dos visiones diferentes en cierta manera pero tienen mucha similitud, pero lo valiente no se lo quita nadie a Garibay.

  2. Sus comentarios siempre me han parecido acertados , aunque como aficionada tengo una duda: lAS “figuras ” del toreo hablese de méxico,españa u otro lado, no torean éste tipo de toros , sólo los muchachos q se quieren abrirse paso .¿como pueden saber q hacer ante ellos? si solo los han visto en foto. y las ” fijuras ” ni eso. Por su atención muchas gracias.

    • Creo que a lo que se refiere Don Paco es que los toreros mexicanos no están muy acostumbrados al toro Español y su comportamiento. Lo cual es cierto.
      Saludos. Gracias por visitar el portal.

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