Tornados y Remolinos – Plaza México, Hermoso y Spínola a hombros.

La Rebolera de Fermín Spínola al primero de lidia ordinaria. Foto: @Colorjay.

En desbordante pasión taurina remató el festejo pos Aniversario. Lo imposible, que el interés no decayera después del 5 de Febrero, se ha logrado plenamente con una tarde que cierra una salida a hombros como ha de ser siempre, en olor torero y en olor de multitudes con más de un centenar de aficionados en el ruedo que pasean a Hermoso de Mendoza y a Fermín Spínola. Pese a pinchar, José Mauricio mantiene e incluso gana todo el crédito de una Plaza que comienza a ubicarlo en un sitio de predilección.

Por: Luis Eduardo Maya Lora – De SOL Y SOMBRA. Fotos: Jorge Prado.

Suena a la muerte del cuarto la fantástica interpretación de “Granada”, la “canción criolla” (sic) de Agustín Lara que inigualable luce cuando, con ese sello de roja cera que dice “Plaza México”, pasa de la grave armonía inicial a la famosa armadura en mi bemol mayor de su coro. Con ella, desde Genaro Núñez, la Banda Taurina ha superado cualquier otra interpretación de la laureada pieza que en el mundo sea.

Da la casualidad que setenta años hacen en 2012 de contemplar sonoramente la magistral y taurinísima obra. Que todo en la Fiesta tiene una razón de ser. Hasta la música. Esta “Granada” que por fin escuchamos completa al Maestro Reynaldo Vázquez –director de la Banda de Música de La México- acompaña la vuelta al ruedo de Hermoso de Mendoza que pasea dos orejas de su segundo toro.

Solo que antes de llegar a este doble premio, Pablo enfrenta varios enigmas. Durante la semana, el enigma ha sido  llevar gente a la Plaza. De no ser por el clima seguro la entrada de los últimos tres años se habría repetido. Luego ese primer toro, estrecho, corto de trapío, al que clava defectuoso inicialmente. Hasta toriles sobre “Van Gogh” persigue al que abre plaza y quiebra su embestida pese a lo comprometido del terreno.

El bayo “Ícaro” obliga por dentro e incluso torea pisando el terreno del toro e imponiéndose a su breve condición sobre la cual pesan los rejones de castigo. Hermoso regodea al salir de las larguísimas banderillas adornadas con los colores navarros –blanco y rojo- e incluso luce su banderillero “El Cartagenero” al sacar el toro a una mano, capote recogido.

Aparece “Pirata”, un tordo que estrella es de su gran cuadra y que levanta al toro con una facilidad pasmosa cuando este cae por débil. Alargan la emoción las banderillas cortas pero mata fatal, contrario dos veces. Solo palmas pueden escucharse.

La cosa mejora con el cuarto al que clava caído y delantero sobre la yegua “Estella” de porcelana inmaculada. Hermoso decide dar tregua y guarda atinadamente el segundo rejón. Entonces el retinto “Chenel” de perfecta hechura y alzada, una especie de “Cagancho” pero de mayor elegancia y finura, procura encelar de costado pero el de Los Encinos, se desfonda en el intento. Cambia de jaca y “Dalí” expone y anda cerca, tres piruetas, la última formidable, levantan el ánimo del colmado.

Salta “Pirata” para de nuevo enmendar la plana, con su valor, su serenidad y sosiego dentro del fuego de sus arterias con el cual pisa el terreno al grado de clavar peligrosas banderillas a dos manos cerca de tablas que preparan la escena para rejonazo trasero y en lo alto que derrumban al toro. Controversia en la segunda oreja por la colocación del rejón pero Hermoso de Mendoza ha jugado todas sus cartas para llevarse la partida.

Esperemos que el año que viene juegue delante de un sinodal mayor. Entrega total, música de a media corrida con asignatura pendiente para la Banda que esperemos cuando regrese el centauro estellés nos regale “Navarra”, la taurinísima marcha también de Agustín Lara que pocos recuerdan y de la cual es momento de sacar a la luz, otra vez.

Acartelado Hermoso con Fermín Spínola nos recuerda la confirmación de alternativa del mexiquense la nebulosa tarde del 9 de diciembre de 2001, cuando a un difícil toro de la hoy desaparecida Rodrigo Aguirre le corta una oreja de Ley. Hoy Spínola vuelve y se encuentra con un astado de La Soledad serio por delante y de conformación tal que delata su origen Coaxamalucan, “Tango” por nombre.

De los mexicanos que han acudido a Madrid en 2011, es Fermín Spínola el que ha estado mejor. Esto no le pone en las grandes citas pero se encuentra con la oportunidad de sacar lo mejor de un toro que tira cabezazos y que se defiende de salida. Luce en la chicuelina de la cual el toro huye, bien remata por bajo pese al viento. No banderillea para lidiar a favor del toro y esto tiene buen efecto a pesar de lo trasero de los arpones.

Toreros y poderosos doblones de inicio fijan al toro pero no le quitan la protesta en lo derechazos. Aire en los medios, el burel mejora. Seco y rotundo elimina calamocheo al tirar y estirar la embestida por bajo con la respuesta de La México a más. Toma la zurda y el burel se resiste, antepone su defensa a su instinto de ataque. Fermín decide volver a la diestra y entonces convence al acompasarse más y mejor, con hondura inclusive.

Tras el trincherazo a pies juntos llega el casi derribo al torero en un imprevisto remolino. Saca la raza al contestar con ayudados por alto a pies juntos bajo el silencio de la Plaza que rompe en doble y verticalísima dosantina pegadas al burladero de matadores. Era el momento de matar junto a las tablas pero Spínola dilata y tan solo media tendida y un aviso encuentra. Lid en amplio sentido, tablas como resultado.

El quinto comienza perfecto hasta llegar la maroma. Pelea en varas pero, aun valerosa la fregolina, Fermín Spínola poco le ayuda con ese quite que tiene que improvisar a una mano. El negro toro engaña y se desfonda entre lo intermitentemente acompasado del torero y su condicionado tranco. Muerto el toro Fermín anuncia un regalo…

Su apoderado inyecta fortaleza a José Mauricio antes de salir al encuentro del tercero. Con el capote el de Mixcoac mejora a cada día más. Para perfecto a su primero y le remata aun mejor en magnífica rebolera. Lo han repetido pronto y afronta el difícil reto delante del complejo “público de rejones” con todo el arte del mundo al jugar perfecto los brazos en la gaonera ahora a pies juntos, cuatro lances y remate de oro.

Temple de Diego Bricio a la brega, difícil el paliabierto burel. Comienza alternando lados y mostrándose por demás en torero, con cintura en juego y trazo templado, pero el frágil marco del cuadro tenue de la bravura del astado condicionan la posición del torero, hay que estar cerca.

Sin embargo, el de La Soledad, tan desrazado no repite. Lo hace al perder el torero un paso y con la derecha la emoción enciende misma que extiende en el toreo doblón, bien rematado al pitón contrario con poderío y arte. La tauromaquia es algo más que derechazos y naturales.

La espada es una línea recta de origen cuya muerte –curva- apunta hacía abajo, José Mauricio apunta hacía arriba. Ahora sí, lía la muleta pero su cuerpo parte hacía al toro antes de que lo haga la espada. Atención, porque su cuerpo gana la línea de ataque antes de que su espada –brazo derecho- lo haga. Por ello todo queda en una ovación de gran lujo desde el tercio tras espadazo contrario.

El sexto, aunque estrecho, está levemente mejor construido. José Mauricio vuelve a estar con mejor soltura al recibo y, tras puyazo medido, le pega media verónica, a modo de sentir la embestida, verdaderamente superior y al paso rematada.

En banderillas la cuadrilla abona poco a la mejora del toro. Mauricio, ante la expectativa tras la lluvia y la villamelonesca huida del tendido, comienza doblándose con elocuencia, ese último cambio de mano genuflexo es formidable y el toro queda servido más allá de la segunda raya. Entonces con la muleta delante de sí, el negro toro comienza a desfondarse.

Pese dos tandas de buena hechura y un intento por la zurda que gracias a la amplia sosería del toro queda a medias, Mauricio echa mano de la muleta retrasada y la media altura, tan necesaria en estos casos. Ahí encuentra al toro y claro al gentío que fuerte le corea, destaca en adornos pese a la cara alta del burel. Las manoletinas se rematan bien por alto y dejan al toro servido pero ahora pinchazo trasero deja todo a medias. Ha pinchado un triunfo numérico, no el de la calidad y el sello, arte en pleno.

El regalo anunciado tiene nombre y procedencia: “Príncipe” de Los Encinos, cárdeno claro, gargantillo, careto, ojalado, bocinero, axiblanco, así como alto, badanudo, lomitendido y muy reunido de cuerna. Su capa reluce plateada y Fermín Spínola le lancea hasta dejarle en los medios, con las manos por delante el burel se va largo.

Por las afueras – o sea, siempre alternando lados para que la embestida pase apuntando hacia los medios- con el capote por delante a la manera de Ortíz, al paso, el torero lleva el cárdeno al caballo y ante la ovación creciente remata invertidamente antes que “Príncipe” cometa graciosa huida al sentir las cuerdas. Trotando despavorido busca el caballo de los mansos. Spínola intercala “el revuelo de un capote –que- dibuja pinturero delantal” pero girando en sentido natural al viaje del toro.

Tal la suerte se llama, como apuntábamos anteriormente, “navarra” y el burel advierte y busca el toril. Fermín no le deja ya escapar y luce en el remate. Obvia el tercio de banderillas tal como el movimiento en los tendidos y se va a los medios. Le alientan entre barreras y a la cara del toro va. Éste, en plena nobleza, protesta la salidas del derechazo, la vista arriba y más que embestir buscando tomar muleta y/o herir rebrinca buscando salidas menos gravosas para su condición.

En el derechazo Spínola procura acompasarse en plenos medios, el toro se va largo pero no termina por acoplarse. Esto lo consigue al pegar una tanda que al séptimo el rumor del golpe del mar a las rocas atronadoramente sube al olé, al grado que el burel ahora sí encelado, persigue el engaño que dando vueltas Fermín consigue rematar rodilla en tierra y por alto, la faena parece romper.

Cambio de mano a la zurda y, en emoción plena el torero, mete las velocidades donde algún natural es de plena realización otros se atropellan. El de Atizapán enmienda en la vuelta a la derecha a partir de la cual La México, como la sensible madre de familia que todo ve perfecto en sus críos, comienza a tomar partido por el bonito toro que parece sacado de la nieve de los volcanes de Oriente.

Tan desmandada petición llega al extremo de los ridículos gritos de “Toro, toro…” que claman la salvación de un burel que ha embestido y que tiene fondo bravo, solo que el indulto dejémoslo para lo que es bravo en todas las capas, e incluso en el empaque y en el relieve no solo en lo oculto. Spínola vuelve a torear, se repone y el mando escasea. El clamor es total y Fermín al tirarse a matar, en gesto que le honra una barbaridad, no cae en la trampa villamelona del indulto.

Como los hombres, tal como aguanta el Usía, en la suerte contraria – la salida del torero hacía las rayas o los medios- Fermín se armó a la muerte, paciente y con el toro ahogado en diferencia plena de “Vinatero” de De Santiago, el más bravo de la década pasada indultado por Spínola. Importa en todo aspecto que vaya a más y no a menos. Volapié formidable, entrega total. Siendo no una faena de rabo, por la labor completa y la gran estocada, ha sido de dos orejas, conste que por su condición el toro era de rabo.

En un mundo donde la realidad se tapa con el velo de la ficción, lógico es que la sangre y la muerte, dos cosas absolutamente naturales, se tapen y se crea que indultándose al toro la vida perpetúe. Nada más falso. En el toreo, una contradicción en si misma, consiste en hacer afirmar la vida –humana- a partir de la muerte animal.

Y, sincrónicamente, reafirmar la perpetuidad de la naturaleza a partir de su muerte y de su vida, porque aunque los sentimentalistas no lo vean, al tapar su sentimiento la razón, en esto de las corridas, el único verdaderamente inmortal es el toro, que muere y se renueva cada que tocan a toriles y cada que el Juez ordena, no se nos olvide, que el clarín toque a muerte.

La vuelta al ruedo en homenaje postrero es excesiva a menos que las vueltas contrarias y despavoridas huidas ya se premien, si es así no importa, hoy todo se compra y todo se vende y, de ser así, estaríamos premiando la nula lucha entre toro y caballo.

Muerte y vida, acción y reacción, palpitar y reflexión, todo y más cabe en una plaza de toros, aun sin saberlo acomodar. Implica un esfuerzo pero muerto el toro, en rigor del destino, viene la alegría de la salida a hombros de la Afición en tornado derrochador de frenesí y torería.

Eso mismo, imposible conjunto de sonrisas que siempre son el mejor espejo de la vida.

Twitter: -Texto: @CaballoNegroII.

-Fotos: @ColorJay.

RESUMEN DEL FESTEJO.

Plaza México. Temporada Grande 2010-2011. Domingo, 12 de Febrero de 2012. Décima sexta de Derecho de Apartado. Dos tercios de plaza en tarde nublada con frío y llovizna durante la lidia del quinto y algo en el sexto. Público de variopinta composición. Viento en el primer y segundo turnos de a pie.

7 Toros, 3 de Los Encinos (Divisa azul, rosa  y verde) Dos para rejones, chicos y débiles. El séptimo como regalo de nombre “Príncipe” tuvo desmesurada petición de indulto y fue homenajeado exageradamente con la vuelta al ruedo. 4 de La Soledad (Divisa Azul cielo y obispo) Desiguales de presencia y juego. De feas hechuras. Serio el primero. Faltos de raza, con escaso fondo bravo.

El Rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, Palmas y Dos orejas con leves protestas. Fermín Spínola (Nazareno y oro) Palmas tras aviso, silencio y Dos orejas y rabo protestados. José Mauricio (Azul rey y oro) Gran ovación con saludos y ovación. Hermoso Spínola salieron a hombros.

Destacaron a la brega Sergio González y Diego Bricio así como de “El Cartagenero” de la cuadrilla del caballero en plaza.

Error del Juez Jorge Ramos al valorar de salida la faena de Hermoso al cuarto con dos orejas tras rejón trasero igualmente al premiar con vuelta al ruedo al toro séptimo que rajó en varas, que berreó y que no dejó de protestar al sentir la muleta y querer escapar de la suerte.

Se guardo un minuto de silencio en memoria de Felipe Infante “El Tobi” celebre picador de toros fallecido la semana anterior.

Espléndido natural de José Mauricio a su primero. Foto: @Colorjay.


8 respuestas a “Tornados y Remolinos – Plaza México, Hermoso y Spínola a hombros.”

  1. A mi parecer, Fermín estuvo a la altura de su lote, inclusive en el de regalo, que de acuerdo con todos, incluyendo al mismo ganadero, no merecía el indulto.
    Para mi Spínola es un torero importante al que deberían darle un mayor número de oportunidades. Esperemos verlo en la campaña española.
    El problema que siento, es que falta algo en su personalidad que no conecta con la gente, será frialdad, carácter o “torear” un poco más al y para el tendido.

  2. Gran crónica Eduardo, buena parte de lo ocurrido ayer en la plaza se resume en el término que empleaste y bien, una: “trampa villamelona”.
    En cuanto a la polémica del rabo a Spinola, creo que de haber tenido temple con “Príncipe”, hubiera sido una faena merecedora de tal premio.
    Saludos!

  3. Esta vez no estoy de acuerdo con Luis Eduardo respecto del tema de José Mauricio pues creo que no dio distancia al primero.

    En lo que concuerdo es en lo poco serio del encierro me da la sensación que esperan a toritos como el de regalo, de entra y sal. A ese toro lo tapó la capa porque de otra forma era para protestarlo.

    Que bueno que llegó y se fue el 5febrero y la temporada no decayó.

    Gracias a de sol y sombra.

    • Bueno, primera vez que mi amigo Mr Fdz difiere de este escribidor… Creo que con ese primero de cualquier modo había que estar cerca del tardo, por descastado, toro. Si no le atacaba, este no habría de embestir. Luis Cuesta me decía que había que cruzarse pero perdiendo pasos. Espero el torero nos lo aclare. Cierto la Temporada no se ha caido y esperemos así siga. Sds

  4. De acuerdo con usted Licenciado, solo falto citar de largo y decir: Espinola muy por debajo del burel, pero mucho…. y si lo que vimos fue sin temple y sin mando, ahora imaginemos con temple y mando, ufff

    • Fundamentalmente creo que en la tanda en que comienza perfecta con la derecha y por abajo pero que termina a la trágala y rápido, con el torero dando vueltas, da la muestra de lo que ha sido la faena.

      Nunca se impuso el torero al toro, ciertamente la estocada es la de la Temporada.

      Ese fue un gesto honrado de Fermín, indudablemente.

      Saludos.

  5. Una vez más Maestro no pidía estar más de acuerdo con usted!, los Toros de la soledad se me hicieron faltos de raza y de bravura, un encierro muy justito de presencia.
    Para mí Pablo estuvo muy bien con el segundo aunque a decir verdad las 2 orejas se me hicieron excesivas!. por parte de José Mauricio tuvo detalles de arte una vez más y demuestra que va por buen camino para pelearle las palmas a todos los que se pongan en el cartel con él!
    Fermín con los dos de su lote estuvo voluntarioso, para mí un acierto que no ponga banderillas!, con el de regalo, un muy buen toro a mi parecer, aunque en efecto no era de rabo, 2 orejas hubieran sido un premio justo y un arrastre lento al burel como premio a la calidad.
    Excelente nota una vez más Lalo
    Un abrazo

    • Gracias Dr.

      Yo creo que La Soledad falló desde lo más esencial, el trapío.

      Respecto a Pablo, ojalá y el estuviera dispuesto a enfrentar algo que le exiga un poco más de lo acostumbrado. La faena en sí no ha sido de dos orejas y menos por el rejonazo trasero.

      La realidad es que Spínola, a mi parecer, en donde ha estado bien es en su primero un toro complejo y débil. Siento que estuvo mejor con aquel toro que indultó que con este. Conste que lo esperaba mejor de lo que estuvo.

      La pregunta sería, que es la calidad?? El dejar estar al torero?? Mmm no se si tal situación esté cerca de la raza.

      Sds.

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