Noche Triste de “El Zapata” – Decepción Tlaxcalteca pese Salida a Hombros.

“El Zapata” con la derecha ante el sexto de De Haro.

Una eternidad debieron parecer a Uriel Moreno “El Zapata” los cinco primeros turnos de su encerrona tlaxcalteca. Desfondado, visiblemente alicaído, el diestro tlaxcalteca se encuentra con una salida a hombros de regalo que no alcanza a tapar su desafortunada elección, no solo de la presencia de los toros que lidia, sino de su propio planteamiento ante tan importante compromiso. Que cantidad, como no nos ha mostrado, no es calidad. En preciosa noche, de gloria, mejor ha sido el incomparable marco que la… pintura.

Por: Luis Eduardo Maya LoraDe SOL Y SOMBRA. Tlaxcala.

Se retrasa la corrida. A la hora anunciada, la Autoridad no está en su sitio.

Se nota que tampoco lo está en toda la semana. Es increíble que en fecha tan señalada, con una entrada tan rotunda, la hermosísima luna sobre el marco incomparable e histórico y con la iluminación perfecta, Usía sea reducido a simple arbitro y deje que le cuelen dos anovilladísimos ejemplares: el reyes huerta cuarto e, increíblemente, el cárdeno claro de De Haro lidiado en sexto lugar.

Y si se me exige un poco, el Atlanga lidiado en segundo sitio que toca la misma tonada.

Una decepción ver que el toro tlaxcalteca se reduzca a estos tres ejemplos en una fecha, un escenario y un acontecimiento que tendría que haber mostrado lo mejor del campo bravo de esta región. Los que apenas se salvan por el trapío, de menor a mayor, son los lidiados en tercero y quinto lugar, Rancho Seco y el Tenexac, respectivamente.

Puesto que el de Piedras Negras, berrendo en cárdeno, lidiado en primer lugar muestra cual tiene que ser el grado de trapío de un encierro mas no la armonía de su construcción pues su mirada avispada, su pescuezo de acordeón, lo zancudo de sus agujas y su actitud con solo sentir el ruedo decepcionan al gentío y más.

A pesar de su irreprochable trapío.

El que no debería desilusionarse, de achicarse sino lo contrario, es “El Zapata” que no es capaz de crecerse ante la adversidad aun con todos sus recursos y su largo colmillo, pues el astado juega a la contra, a pesar de que su capa brilla como la plateada luna llena en el negro firmamento, tiende trampas al propio matador que se ve exigido demasiado pronto que brinda adentros y que no toma los palos.

Aquí las cuadrillas comienzan a mostrar, toda la noche prosiguen, su lado más oscuro. Mauricio Martínez Kingston, bueno para enojarse y gritar, resulta muy malo para bregar o banderillear, excelente para correr despavorido pero no para ordenar la brega que hace notar a “El Zapata” punto más que preocupado y angustiado al ver que el piedras hace de las suyas, mira por encima, busca los muslos y dobla contrario.

Perdido Uriel con el acero, aun con la complacencia de Usía, solo recibe un aviso pese a las fallas –muchas- con el estoque y el descabello. De milagro se echa el cárdeno y, con él, la noche a cuestas.

“El Zapata” se alegra con el muy chico de Atlanga.

Ideal para refrescar sus ideas y echar a andar taurinamente la noche, el oscuro cárdeno trae consigo son y nobleza. Moreno trata en todo momento de lidiar a favor con largas cambiadas de inicio solo que sus lances ya a pie son enganchados y sobre piernas. Doble puyazo. Recupera terreno en banderillas, un gran par el segundo al cuarteo y todo está puesto para que crezca con la muleta ante un toro perfecto para su estilo.

A pesar de su intención de torear con temple, “El Zapata” termina desarmado y con el toro rajado en buena medida por no ser sujetado atinadamente, hay una tanda estimable pero nada más. Sin emoción, Uriel no enciende a sus paisanos que se reservan y callan, la seriedad tlaxcalteca consume la emoción del diestro que tampoco de salida se nota cómodo con el negro toro de Rancho Seco que sale en tercer lugar.

Mejor hecho y bravo con el caballo, recargando abajo, Moreno permite al desentrenado e impresentable sobresaliente Pablo Samperio hacer un feo quite por chicuelinas pero que advierte que el toro tiene recorrido. Ese quite debe hacerlo el matador, no el sobresaliente. Pero Uriel es dadivoso en demasía y pese a nuevos pares lucidos, equivoca el inicio de faena.

De haberse doblado y no cedido ante el oropel del pase cambiado, el de Rancho Seco habría entendido que el dueño de la escena, el que manda, era el de burdeos y oro. “El Zapata” no se sobrepone al cabezazo del segundo muletazo donde ganó toda la suerte de Uriel el toro. Justo aquí a “El Zapata” se le viene la noche encima.

Desmoralizado, parece la noche prender cuando César Morales hace todo lo que de él se espera: pica y aguanta el embate del anovillado reyes huerta que, pese a su impresentable presencia, casi le manda al callejón, una lagartija con mucha fuerza, Morales aguanta, echa a su caballo sobre los pitones y cita y encela con maestría al segundo puyazo donde arranca la divisa y es ovacionado.

Más preocupado por el piquero que por él mismo, Uriel Moreno saca al tercio al piquero que, otra vez, agradece con la izquierda y sujeta en el tercio la rienda con la derecha. Así, volteada, prosigue la noche taurina con “El Zapata” que no termina por centrarse con banderillas y que inicia, por alto, dejando al torillo hacer lo que le viene en gana y que se descompone cuando le quiere correr la mano por bajo.

Pinchazos y más marrazos con la espada.

El quinto, de Tenexac con su doble nombre, indígena uno y castellano el otro, es reflejo de la luna, la medalla de plata que se asoma tras el Campanario de San Francisco como recordando los primeros bautizmos cristianos en estas tierras. Indómito, requiere el agua espiritual del toreo, esa que está lejos de “El Zapata” desarmado de salida por el toro. Innecesario el segundo puyazo, Moreno ahora deja al otro sobresaliente quitar de manera inoportuna.

Acusa el doble puyazo el Tenexac y se desmorona tal como la fe del diestro, rota.

Y menos mal, la esperanza de la gente, ante el espadazo, entero y claramente caído, aletea con mucha fuerza, como impulsando al diestro. Esta gente, algo entendida pero muy seria, seca, tiene un gesto no ruidoso, solo taurino y muy sentido de querer hacer que la noche no se rompa. Ese impulso popular de casi angustia hace benévolamente que aparezca la oreja.

Protestada, claro está.

Así prosiguen los pitos.

Pues el de De Haro, malamente, es impresentable. Me recuerda más la novillada en México el año pasado y basta decir que, como novillo, “Referente” novillo sensacional, ha tenido más trapío que esto. “El Zapata” se trata de animar, palidece y se nota su cansancio cuando aguarda en los medios al toro para pegar lances cambiados.

Poco pasa en varas y menos aun con el capote.

Mucho paso atrás toda la noche a la verónica para mala referencia y solo se le ovaciona su “par monumental” de inicio. Mala brega de Gustavo Campos que no sujeta y casi trae el desaguisado. Brindis general y una situación extraña: el burel cuando se le cita por fuera y a distancia tiene son y largueza, toma la muleta el torero y se estrella al querer “arrimarse” que como ya hemos dicho no es lo mismo que acercarse.

Solo cuando brinda distancia y, cosa rara y extraña, echa afuera su mano derecha el cárdeno no se escurre ni sosea o mira por encima.

Caprichos de tauro.

Una faena mitad enganchada, sin serenidad, ni muleta puesta, muchos pasos y pocos pases bien logrados más una estocada entera dan el único respiro de la tarde para Moreno, dos orejas, una bastaba, mendingadas por Gustavo Campos y otro muy joven subalterno que malos ejemplos está encontrando en los ruedos.

Finalmente, muy a fuerza, “El Zapata” sale a hombros, sin dejar impronta sin mostrar la mejor cara, tanto del campo bravo de Tlaxcala como de su propio toreo. Y esto es porque de unos años para acá, a pesar de saber y tener con qué, Uriel Moreno ha dejado que “El Zapata” no sea mejor torero de lo que nos muestra.

Apuesta “El Zapata” por las ganaderías de Tlaxcala, por fuera, sin ir al fondo de su trapío y/o presencia. Y lo más triste, apuesta por la menor expresión de su toreo, la que corta orejas, mismas que “le salvan” la papeleta.

Lo que no sabemos realmente es si esta encerrona salve la prueba más importante.

La del tiempo.

Twitter: @CaballoNegroII.

RESUMEN DEL FESTEJO.

Tlaxcala, Tlaxcala. Plaza de Toros “Jorge ‘Ranchero’ Aguilar”. Corrida del Sábado de Gloria. Nocturna. Sábado, Abril 4 de 2015. Lleno total e incluso aficionados arriba de la Plaza junto a su Campanario. Viento durante toda la noche y muy molesto durante la lidia del primero. Noche fresca de plateada luna llena. Perfecta iluminación artificial en la Plaza.

Se retrasa el inicio de la corrida quince minutos pues la Autoridad que preside no aparece en el biombo injustificadamente a la hora anunciada.

6 Toros de diversas Ganaderías todas de Tlaxcala en el siguiente orden de salida; 1 de Piedras Negras (Divisa Rojo y Negro) berrendo en cárdeno, calcetero y facado, muy serio por delante, alto y largo de cuello, manso muy peligroso, sospechoso de estar reparado de la vista; 1 de Atlanga (Divisa Rojo y Azul Rey) Muy chico y pobre de cara, noble y rajado; 1 de Rancho Seco (Divisa Caña y Rojo) Bien hecho y rematado aunque corto de caja y tocado del pitón izquierdo, encastado en el peto y en la muleta aunque protestando en el segundo muletazo de cada tanda; 1 de José María Arturo Huerta (Divisa Rosa, Blanco y Amarillo) Impresentable por anovillado, bravo en el caballo durpor el lado derechonovillado, estrecho, alto y reunido de pitones, con noblezando muletazo de cada tandaó poco en la muleta tras desfondarse; 1 de Tenexac (Divisa Negro, Verde y Rojo) Precioso cárdeno claro, bajo, lomitendido y degollado, a menos en general tras ser picado dos veces; y 1 de De Haro (Divisa Tabaco y oro) Impresentable por anovillado, estrecho, alto y reunido de pitones, rajado y con nobleza al solo pasar por el lado derecho.

Uriel Moreno “El Zapata” (Burdeos y Oro) como Único Espada; Silencio tras Aviso, Silencio, Palmas, Leves Palmas, Oreja Protestada y Dos Orejas con división. Salió a Hombros.

Partieron plaza como sobresalientes los matadores de toros  Pablo Samperio (Grana y Oro) e Isaac Chacón (Azul Rey y Oro) que realizaron inoportunos quites al segundo y al cuarto respectivamente.

Muy mal las cuadrillas a pie con capote y banderillas en lo general. Mala brega de los banderilleros que empeoran la condición de los toros principalmente con el primero de la tarde que los ha hecho ver fatal, principalmente a Mauricio Martínez Kingston.

Destacan a caballo, Ricardo y César Morales, este último con saludos en el tercio tras picar al cuarto.

El momento de la corrida: César Morales pica al cuarto.

4 respuestas a “Noche Triste de “El Zapata” – Decepción Tlaxcalteca pese Salida a Hombros.”

  1. me parece de ardidos TODOS los comentarios, los toros no tiene palabra,entrada de NO HaY billetes y el Zapata se la jugo como siempre! Yo creo que hay mucha gente que aun no lo cree porque el éxito a todos nos molesta a TODOS!

    • En efecto, los toros no tienen palabra de honor, eso nadie lo cuestiona; pueden ser buenos, regulares, malos, incluso mansos como una condición, mas no como una regla; lo que tu gustes. Lo cuestionable es el pobre trapío de varios de los que saltaron al ruedo, el sexto de Haro fue un insulto a la plaza y sobre todo a la afición, el de Reyes Huerta también. Y del Zapata ni hablar. Toda la noche se la paso bailando de lo lindo, sin la raza y el corazón de otras actuaciones, verdaderamente lamentable. No te equivoques Antonio, no te equivoques…

  2. Asistimos en la corrida con la ilusión de ver la “otra cara” de la fiesta, es decir, el toro serio y bravo y nos topamos con unos infames novillos, salvo el primero y quinto. Una vez más nos engañaron, una vez más la puñalada por la espalda al aficionado. Y es que lo que mal empieza mal termina, increíble la irresponsabilidad del “juez” al llegar 10 minutos tarde, luego el Zapata que estuvo en la plaza sin estar; llegó él, pero no llego su alma. La noche se la lleva Morales por su buena pica y por supuesto nos la llevamos los aficionados por el lleno y el entusiasmo; no así por lo conformistas y nobles…

  3. ! Milagro ! un cronista que no alaba a los toreros ni a los subalternos , menos a los ganaderos.

    Así deberian ser las cronicas de las corridas de toros, con verdad y no con albanzas como las narraciones de los comentaristas de la Plaza Mexico que tienen muchas facultades, pero para ocultar lo intrasendente de la mayoria de las corridas de su temporada “grande”

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